Himelda Ascanio

En el Norte nombran un mandatario extravagante y por acá hacen lo mismo, véase a la Argentina y El Salvador; los medios hegemónicos manipulan y acá los copian; allá y acá el resultado es el mismo, acercar el caos y alejar la solución de los problemas.

El inicio oficial de las campañas presidenciales hacia 2026, hace que aparezcan más de 70 candidaturas circenses, con aparentes propuestas y planes de gobierno, que tienen como principal escenario los medios y redes, mal llamadas, sociales. Convirtiendo este campo en una verdadera pasarela trágico-cómica, que se suma a los ya tristemente célebres desaguisados del Gobierno.

La alcantarilla virtual

A través de medios y redes aplican una selectividad cruel e inhumana, sobre el dolor y la representación de las muertes. Se construyen dramas donde el falso dolor se constituye en una real burla para las víctimas, incluso algunas de ellas se prestan para ello, con lo cual queda en entredicho la realidad de su dolor y de la acción en su contra. Se acrecienta una manipulación de los sentires para inducir comportamientos y reacciones sobre intereses políticos. La verdad no importa, casi que no existe; lo importante es hacer creer, hacer sentir, inventarla. Y convocar marchas igual de falaces.

La manipulación se aplica eliminando el interés por la veracidad de lo que se publica o transmite. La verdad no es lo importante, sino lo que se promueva y se convierta en “la opinión”. Tristemente, se ha definido la llamada posverdad, como una distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones, con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales.

Burbuja es burbuja

La industria del entretenimiento creó contenidos para idiotizar y alejar de cualquier pensamiento movilizador de ideas y opiniones políticas, a la mayor cantidad de personas posible. Retomando ideas con las que se representaba la cultura de la opresión y el control social, terminaron ejerciéndolo sobre grandes cantidades de personas. Y en el arsenal de contenidos, aparecieron los Reality Show en los que se transmiten falsos escenarios, que remedan la realidad de las personas, quienes fingen no actuar y ser sujetos normales, en espacios concretos, pero todo es falso. Con ellos desplazaron las telenovelas, que fueron durante mucho tiempo la joya del entretenimiento. Ahora lo son las ridículas situaciones, pruebas y falsa cotidianidad del Reality.

Pues bien, así allá migra la forma de hacer política hoy. No solo en los noticieros o informativos, ahora también hasta en los espacios y transmisiones deportivas, un ejemplo, en la semifinal del fútbol colombiano, extendieron mensajes alusivos a Miguel Uribe Turbay, cuando en ese mismo escenario deportivo está prohibido la entrada de banderas de Palestina, y se castigan los mensajes y expresiones críticas de los hinchas. En ese mismo campo entraron desde las alocuciones presidenciales, hasta las sobreactuadas visitas a personajes moribundos.

Candidatos maniquí

Tal vez el caso más lamentable y ridículo sea el de la vocera del mafioso clan Gnecco. La sobreactuada actriz frustrada ahora muestra sus habilidades con performances tendenciosos y un comportamiento ruin, en la idea de exacerbar el odio y la violencia, mientras a la vez se victimiza.

Miles de ejemplos de esta miseria de la comunicación todos los días, a todas horas, por ondas hertzianas o por señales digitales, llueven bombas de noticias falsas, chismes convertidos en aparentes investigaciones y todo tipo de formatos falseados, para engañar y hacer creer. En esta complicada realidad, ya no se repite una mentira mil veces, ahora son miles de mentiras repetidas por millones de veces.

Intolerancia a la ridiculez

Combatir la violación del derecho a informarse e informar, a una información veraz y rigurosa, es una de las acciones urgentes que debemos asumir en la idea de la construcción de la Paz. Hacer llamados a “desescalar el discurso agresivo” mientras se atenta contra la dignidad de las personas y se falsean la realidad, es cuando menos un cinismo más de los poderosos.

Nuestra apuesta desde el campo popular debe ser el desmantelamiento de estas empresas y campañas, criminales que hoy posan de salvadores del desastre del que ellos son generadores. Flaco favor hace la captación de las expresiones populares por parte del gobierno; en esto tampoco Petro y su gobierno fueron el cambio, por el contrario, se sumó a la dinámica mentirosa y manipuladora. Incluso dando pasos donde ningún otro presidente de derecha había andado, la perfidia como lógica.

Construir un pacto, un consenso sobre la paz, implica eliminar la mentira y la falsedad de las prácticas comunicativas, acabar con la fatal subordinación del interés económico sobre el rigor informativo y periodístico.

Asesinados de la semana

Yidwar Mondragón, era firmante del Acuerdo de Paz y venía cumpliendo con su proceso de reincorporación, a la par que se desempeñaba como vocero de la Mesa de Diálogo y de contribución a la Paz con los prisioneros del estallido social de la cárcel de Palmira; fue asesinado por sicarios el 26 de junio de 2025 en el sector 14 Manzanares, corregimiento de Juanchito, del municipio de Candelaria, Valle del Cauca.

Marco Emilio Jaramillo, era firmante del Acuerdo de Paz, adscrito al AETCR de Monterredondo, venía cumpliendo con su proceso de reincorporación y además colaboraba con la Junta de Acción Comunal de Pueblo Nuevo; fue asesinado el 27 de junio de 2025 mientras se dirigía de Florida hacia la zona del Llanito – las Cañas, en el Valle del Cauca.

Angie Leandra Henao, era integrante de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) Norte del Cauca. Angie era madre cabeza de familia y reconocida lideresa en su vereda y entre las comunidades campesinas de Corinto, Cauca; fue asesinada el 27 de junio, cuando se encontraba en su vivienda, ubicada en la vereda El Silencio, zona rural del municipio de Corinto.

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