En medio de una de las etapas más violentas de nuestra historia y un reacomodamiento del capitalismo en Colombia, pasando de una economía agrícola a fabril y minera, surge la figura de Jorge Eliécer Gaitán, líder del partido liberal en su expresión más avanzada, quien solía arengar “A la carga contra la oligarquía por la restauración moral de la república”, para enfervorizar su pueblo, al tiempo había sentenciado “Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí, y la oligarquía no me mata porque sabe que si lo hace,
el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal”.
En 1933, fundó la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria. Participó en elecciones, no logró ganar, entonces volvió a las filas del liberalismo. Gaitán, se adelantó a su tiempo con propuestas como la elección popular de alcaldes, el voto de la mujer y soluciones sociales planteadas en la Plataforma del Colón de 1947. En ella se define al liberalismo como el partido del pueblo.
Propone estabilidad laboral, salario mínimo ajustable al costo de la vida y defensa de la familia como institución moral básica de la sociedad. “El gaitanismo escogió como bandera la defensa de los humildes, con implicaciones graves para el ‘statu quo’ político. Sus reflexiones sobre el país apuntan tanto a las desigualdades que constituían los dos países, el de los políticos y el de los desposeídos, como a la urgente necesidad de la restauración moral del país, a la decencia”. Se destacan las banderas de:
La economía.
“Nosotros no decimos que el hombre debe ser esclavo de la economía, decimos que la economía debe estar al servicio del hombre” Sabía con claridad la existencia de una oligarquía que se había hecho al poder para su propio beneficio, representada en los dos partidos, el liberal y el conservador. Optó por quitarles el partido liberal para luchar contra ellos desde dentro. Ubicó las grandes desigualdades del país. En Colombia hay dos países: “El país que piensa en sus empleos, en su mecánica y en su poder, y el país nacional que piensa en trabajo, en su salud, en educación, en su cultura, desatendido por el país político” (Jorge E. Gaitán1948).
La paz.
Ubicó la violencia como consecuencia de las desigualdades, mecanismo de los poderosos, para continuar impunemente su proceso acumulativo frente a la miseria de las mayorías. En la Marcha del silencio Jorge E. Gaitán, se dirigía al presidente Mariano Ospina diciendo: “Impedid, Señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo que puede pedir un pueblo.
En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia”. El pensamiento de Gaitán se nutrió de lo más avanzado en las ideas y luchas de comienzos del siglo XX, en Colombia y América Latina. El nacionalismo, el antiimperialismo fueron sus bases, que a la vez eran continuidad del pensamiento de Rafael Uribe Uribe (quien planteaba el socialismo de estado) y el liberalismo radical, perfeccionado en su tesis de grado titulada: “Las Ideas
Socialistas en Colombia” (1924) recogía también, el legado de la Revolución Rusa de 1917. Defensor de las causas populares estuvo siempre al lado de los campesinos, obreros y sectores sociales pobres en sus más variadas luchas.