Al Ministerio de Minas, a la estatal petrolera Ecopetrol y a la brasileña Petrobras, un juez les exigió realizar la Consulta Previa con el pueblo indígena, que vive en la bahía de Taganga del Caribe colombiano, antes de perforar el pozo de gas Uchuva 2.
Los indígenas y demás comunidades que pueblan a Taganga viven de la pesca y del turismo, dada la belleza natural de esta área y su cercanía con la capital del departamento del Magdalena. La bahía es la entrada al Parque Natural Tayrona, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña costera más alta del mundo, en la que a 42 kilómetros se alza el Pico Simón Bolívar de 5.775 metros de altura sobre el nivel del mar.
Atropellar a Taganga y sus comunidades, se les ocurre a las empresas petroleras, un mes antes de iniciar en Cali la COP 16, el más importante evento mundial para tratar sobre la defensa del medioambiente; hay que recordar que la sede de este evento de la ONU se le concedió al país, en reconocimiento a los discursos de lucha contra el Cambio Climático, que ha hecho el presidente Petro, en varios foros mundiales.
El actual Gobierno progresista en vez de respaldar el llamado de atención hecho por el juez en defensa de Taganga y sus habitantes, rechazó su decisión a través de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla), impugnación que fue aplaudida por el gremio patronal de los negociantes de energía, en el transcurso de su reciente encuentro nacional; para rematar la revirada, un grupo de Congresistas de los partidos derechistas anunció que van a tramitar una Ley que modifique el alcance de la Consulta Previa, que obligatoriamente deben hacer las empresas a las comunidades que pueblan el territorio, donde van a realizar la explotación de sus bienes naturales.
La lucha en defensa de la vida y el territorio, enfrenta la voracidad del capitalismo, cebado en la depredación de la Madre Tierra y sus especies, para que la minoría de los súper ricos sean cada vez más ricos, mientras sume en la pobreza a la mayoría de la gente y arroja al Planeta hacia un estado de desastre catastrófico. Luchar por una sociedad post capitalista es la única alternativa que queda para sobrevivir, donde la economía sirva a la sociedad y se desarrolle con respeto a la Madre Tierra.
